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GOLDEN DREAMS

Cuando el río suena

Wilder L. Correa Sánchez

Publicado: 2011-12-07

Cierto es que Cajamarca tiene problemas relacionados con el oro desde los remotos tiempos del Cuarto del rescate y, cierto es también, que desde aquellos crueles y distantes tiempos, la gente que la habita nunca se había pronunciado de manera contundente como lo ha hecho en estos últimos días.

Hoy la complicada situación amerita un análisis insesgado y claro, con la disponibilidad de todos los mecanismos idóneos para encontrar una solución adecuada, en la que básicamente prime la razón. Los innumerables intentos de explicar la viabilidad del Proyecto Conga han  quedado sin base técnica, social y principalmente ambiental; por lo que es imprescindible conocer y explicar de cierto modo aspectos básicos del proyecto.

La lucha por el agua es cada vez más intensa; sabemos que a nivel mundial se vienen proponiendo políticas –muchas de ellas infructuosas y cuestionables- para tratar de mitigar la escasez cada vez mayor del líquido elemento a causa de la emisión de gases del efecto invernadero. Nuestro país no es indiferente a esta problemática y también ha participado en distintas cumbres, en las que por cierto se ha comprometido a asumir responsabilidades en pro del bienestar ambiental, esto debido a que somos el tercer país vulnerable frente al calentamiento global.

La realidad entonces impone elaborar y establecer mecanismos de desarrollo económico que compatibilicen con el medio ambiente. El reto es grande y grandes también las soluciones que deben imponerse; por eso nuestro compromiso y el desarrollo del mismo deben enfocarse en el largo plazo, y no sólo en lo sostenible sino prioritariamente en lo sustentable. Volviendo al caso específico del Proyecto Conga, éste no sustenta el hecho de destruir las zonas de cabeceras de cuenca, bofedales y humedales que dan origen a los ríos Sandamal, Chonta y Llaucano, fuentes invaluables de agua para las provincias de Celendín, Cajamarca y Hualgalloc. Es en estas zonas donde las plantas y el suelo se convierten en grandes fuentes de captación de agua y neblinas, donde se retiene, filtra y distribuye el agua hacia zonas intermedias y bajas de los valles donde se desarrolla la agricultura, la ganadería y donde vive la mayor población. Tampoco se sustenta la alteración irreversible que sufrirán las 103 hectáreas de vegetación acuática y 1720 hectáreas de pajonales; mucho menos se sustenta la destrucción de 682 manantiales, 102 captaciones de agua para el consumo humano y 18 canales de riego. (Datos extraídos del Estudio de Impacto Ambiental)

Ante la evidencia no podemos ser negligentes y aceptar un proyecto que por demás está decirlo es inviable; ya que como hemos visto anteriormente compromete drásticamente tanto la calidad cuanto la cantidad y disponibilidad del agua en ecosistemas estratégicos y vulnerables. En los últimos días se han suscitado una serie de reacciones en rechazo al Proyecto Conga, todas en un marco de legitimidad y en un clima de tranquilidad sin precedentes en nuestro país; que en momentos se ha visto afectado por la falta de preocupación de las autoridades en tratar de solucionar el problema. Algunos enfrentamientos y hechos violentistas injustificables han desencadenado una serie de reclamos por parte de las personas que no apoyan el paro; y esto debido, como reitero, a que la inacción de los entes gubernamentales ha provocado que los enardecidos pobladores tomen medidas innecesarias para poder llamar un poco su atención y así conseguir dar inicio a la solución del conflicto.

Todo es caos, dicen los opositores, y toda salida una utopía; lo que impide proponer una nueva alternativa, una nueva opción vital basada en el respeto a las cabeceras de  cuenca, a ese maravilloso paisaje de lagunas, humedales y bofedales que se defienden, no de manera pasional, sino racional, pensando en el futuro de las generaciones venideras, en la sustentabilidad y sostenibilidad de nuestro recurso hídrico.

Ya no permitamos más el extendido pensamiento por me reges regunt (los soberanos reinan por medio mío) que utiliza desde hace mucho Minera Yanacocha; debe  acabar junto a ese “orden” desquiciado que promueven y que de palabra rechaza el otrora defensor del agua y ahora presidente Ollanta Humala. Una vez más la oportunidad, que nace frente a esta amenaza, no puede ser desperdiciada, por el contrario, debemos aprovecharla asumiendo nuestro rol como defensores de la vida y la verdad; es decir, nuestro rol como seres humanos, hasta conseguir la declaratoria de inviabilidad de proyectos mineros en zonas de cabecera de cuencas, sin olvidar claro, el respeto mutuo, la tolerancia, la responsabilidad de nuestro actos y sobre todo la vigencia en todo momento del diálogo alturado y racional.

“El futuro del hombre depende de que le demos un futuro a la naturaleza”

“El derecho de una persona termina cuando comienza el de otra”

“La utopía es el inicio de todo progreso y el diseño de un porvenir mejor”


Escrito por

Willy Correa Sánchez

Estudiante de Ing. de Sistemas en la UNC, punkrockero, amante de la naturaleza, viajero empedernido!... Pero sobre todo Feliz y Divertido!


Publicado en

URBICOLA

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